miércoles, 16 de julio de 2008

'Watches victims'


¿Alguien dijo que aprender a mirar y a decir la hora del reloj era fácil? Recuerdo que cuando era pequeña no tuve reloj de manillas hasta el día en que hice la Comunión, a los ocho años.

Aquella misma tarde corrí feliz a la plaza a enseñarles aquel ‘peluco’ que me había regalado mi tía Puri a todos los niños del pueblo. Y esa tarde, también, alguien a quien desde entonces aprecio mucho más, me enseñó, tras un rato de paciencia, a “leer” y a decirles a los demás la hora que era.

Creo que desde entonces me fascinan los relojes y es por eso que me puedo pasar horas y horas mirando modelos en la red. El reloj es el amigo incansable que siempre te acompaña y que en contadas ocasiones te falla, a no ser que se le agote la pila.

Por ello, a los que les gusten estos artilugios, que a menudo nos identifican y que pasan más tiempo con nosotros que nuestra pareja o amigos, les invito a visitar la tienda de relojes japonesa Tokyo Flash. Aquí podréis disfrutar todos los ‘watches victims’ y experimentar de nuevo el placer de aprender a mirar y decir la hora, nunca mejor dicho.

(Fuente de la imagen: www.tokyoflash.com)

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